Filósofo marxista soviético (1924-1979).
Presentación
Si hemos de hacer caso al número de publicaciones dedicadas a Ilienkov tras la caída de la URSS, Ilienkov es el filósofo de la era soviética más influyente en la filosofía rusa actual junto a Bogdanov — cuya Tectología ha vuelto a ser publicada en ruso y en inglés — y a Kedrov, el padre de la filosofía de la ciencia soviética, al que la renovada Voprosy Filosofii dedicó recientemente un número monográfico.
Biografía
En su adolescencia, Ilienkov mostró una gran inclinación al arte, en especial a la música. Admirador de Ricardo Wagner, le atrajo de él la representación trágica del poder absoluto y de la autoridad, así como la dialéctica — que, según él, podía percibirse en Wagner — de la aniquilación de las relaciones humanas 'orgánicas' o naturales: la amistad, el amor, la sangre.
Imbuido de estas ideas melómanas, Ilienkov entró en 1940, en el Instituto de Filosofía de Moscú, especializándose en literatura e historia de la filosofía. En especial, la filosofía de Benito Espinosa llamó su atención, llegando a leer con profusión todo lo que del filósofo hispano-holandés se encontraba en los fondos del Instituto. A través del espinosismo, asimiló las lecciones de su profesor y mentor Boris Stepanovich Tchernyshev, especialista en filosofía clásica alemana que dictó unas famosas conferencias sobre la Lógica de Hegel en la institución moscovita, que marcaran para siempre la trayectoria de Ilienkov.
Mantuvo estrecha relación con V.F. Asmus (teórico constructivista de la literatura ), A. Leontiev (psicólogo) y A. F. Losev (uno de los pocos 'idealistas militantes' de la URSS).
Ilienkov será uno de los encargados de revitalizar la filosofía soviética. Para Ilienkov, el primer filósofo que presentó una visión clara del materialismo es B. Espinosa.
Aportación filosófica
Representante de lo que se ha venido llamando la rama hegeliana del Diamat, acerado crítico del positivismo, Ilienkov defendió la vinculación orgánica entre la lógica y la historia, manteniendo la naturaleza procesual-estructural de la formación de las categorías. En su trabajo de posgrado de 1956, La dialéctica de lo abstracto y lo concreto en El Capital. Unos comentarios en Pravda supusieron su retirada de la Facultad de Filosofía de la Universidad Estatal de Moscú, a la que había accedido.
La unidad de lo objetivo y lo subjetivo a partir de la mediación de la actividad humana lo hizo sospechoso de idealismo sobre todo entre las tendencias más 'mecanicistas' de la filosofía soviética.
[editar]
Final
A mediados de los sesenta, Ilienkov entró en el Instituto de las Ciencias de la URSS en Moscú, en la sección de Filosofía, por entonces dirigida por Pável Vasílievich Kopnin, sus trabajos fueron aceptados por la ortodoxia soviética, quien los tradujo y difundió por el extranjero en las editoriales estatales.
La producción filosófica de Ilienkov coincide en el tiempo con la degradación sociologista e historicista que sufrió el marxismo 'occidental', quien intentó reivindicarlo en algunas ocasiones, aunque a menudo Ilienkov es presentado como influido por el 'escolasticismo soviético'. En rigor, la filosofía de Ilienkov — y en esto se muestra su formación en el seno académico del marxismo soviético — se opone a las tendencias historicistas, pues su historicismo es lógico-material y no sociologista o psicologista, defendiendo la objetividad y verdad de las categorías.
Ilienkov se suicidó en marzo de 1979. Las causas que le llevaron al suicidio no están claras.
[editar]
Citas
Contra el realismo ingenuo y el positivismo:
«El hombre (...) no analiza los hechos empíricos con una conciencia 'vacía' sino con una conciencia que se ha desarrollado en el curso de su educación. Es decir, capta siempre los hechos desde el punto de vista de tal o tal concepto. Lo quiera o no, no puede sin esto pensar activamente, comprender los hechos; en el mejor de los casos no puede sino constatarlos activamente (...) Quien cree expresar los hechos 'absolutamente sin idea preconcebida', sin ningún concepto 'anteriormente admitido', no está desprovisto de ellos. Al contrario, es inevitablemente esclavo de los conceptos más vulgares y más absurdos». (Ilienkov, 1971, pág. 62).
Sobre el proceso de deducción lógico-material de los conceptos y categorías:
«El caballo y la vaca no provienen, naturalmente, de un 'animal en general', lo mismo que la pera o la manzana no son los productos de la autoalienación del concepto de fruta en general. No hay lugar a dudas de que la vaca y el caballo, en la noche de los siglos, tuvieron un antepasado común, y la manzana y la pera son también los productos de la diferenciación de una forma de fruta común. Ese antepasado común real de la vaca, del caballo, de la liebre, del zorro, de todas las otras especies de animales actualmente vivos no existía en el seno de la razón divina o bajo una forma de idea del animal en general, sino en la naturaleza misma, como especie completamente real y particular, que debía reproducir las otras especies por vía de diferenciación. Esta forma general de animal, o, si se quiere, este animal como tal, no es en absoluto una abstracción que contiene en sí lo que las especies animales actualmente vivas tienen en común entre ellas. Este general es al mismo tiempo una especie particular que posee no solamente y de tal suerte los rasgos que se conservaron en todos sus descendientes y le son comunes, sino también los rasgos propios completamente específicos y de los cuales una parte ha sido heredada por los descendientes, mientras que la otra se perdió y ha sido reemplazada por rasgos diferentes. Es en absoluto imposible construir un modelo concreto del antepasado común del cual provienen todas las especies actualmente existentes a partir de los caracteres que son inmediatamente comunes a estas especies». (Ilienkov, 1971, Págs. 103-104).
No hay comentarios:
Publicar un comentario